El Profeta Muhammad en las Escrituras
Otro punto interesante que aprendí fueron las profecías bíblicas sobre el advenimiento del Profeta Muhammad (Dios lo bendiga). Descubrí que hay claras profecías en la Biblia (a pesar de que el texto original ha sido distorsionado) presagiando la llegada del Profeta Muhammad después de Jesús. Los eruditos musulmanes han afirmado que la descripción hecha por Jesús de aquel que vendría después de él (en los versículos que he citado) no puede ser aplicada a ninguna otra persona distinta al Profeta Muhammad. Además, hay un versículo en el Sagrado Corán que confirma lo que Jesús dijo respecto a este punto:
"¡Oh, hijos de Israel! Yo soy el Mensajero que Dios les ha enviado para corroborar la Tora y anunciar a un Mensajero que vendrá después de mí llamado Ahmad". (Corán 61:6)
El nombre Ahmad es otro nombre del Profeta Muhammad, y ambos derivan de la misma palabra raíz.
El Profeta Muhammad en el Corán
Observé que el Corán nos insta a creer en Dios y en el Profeta Muhammad, como en el siguiente versículo:
"Di [oh, Muhammad]: ‘¡Oh, gente! Soy el Mensajero de Dios para todos ustedes. A Él pertenece el reino de los cielos y de la Tierra, nada ni nadie merece ser adorado salvo Él, da la vida y la muerte’. Crean en Dios y en Su Mensajero y Profeta iletrado que cree en Dios y en Sus palabras; síganlo, pues así estarán bien guiados". (Corán 7-158)
Supe también que el Corán se refiere al Profeta Muhammad como el último Profeta:
"Muhammad no es el padre de ninguno de sus hombres, sino que es el Mensajero de Dios y el sello de los Profetas...". (Corán 33:40)
Aunque Dios afirma en el Corán que Muhammad es el último Profeta, descubrí que los musulmanes aún aceptan y creen en todos los profetas anteriores, junto con las revelaciones que recibieron en su forma original.
El Corán: La última revelación
Entendí que debido a las innovaciones atribuidas a la revelación divina, surgió la necesidad de que Dios enviara otro Profeta después de Jesús con otra revelación después del Evangelio. Es por esto que Dios envió a Muhammad con el último Mensaje (es decir, el Corán), para llevar a toda la humanidad de regreso a la creencia y la adoración del Dios Único, sin asociados ni intermediarios. De acuerdo con los musulmanes, el Sagrado Corán es la última fuente permanente de guía para la humanidad, que ofrece una dilucidación racional e histórica del papel magnífico de Jesús. El nombre Jesús es citado 25 veces en el Corán, y hay también un capítulo llamado Mariam (María), en honor a la madre de Jesús.
Con respecto a la autenticidad divina de esta revelación, encontré muy convincente el siguiente versículo coránico:
"El Corán no puede provenir sino de Dios. Confirma las revelaciones anteriores y explica detalladamente Sus preceptos, no hay duda alguna de que proviene del Señor del universo". (Corán 10:37)
Y:
"El Corán es la verdad indubitable". (Corán 69:51)
Igualmente, me preocupaba la posible adulteración del Corán, ya que ese ha sido un problema grave con las revelaciones anteriores. Leí que el Corán nunca cambiará ni será derogado:
"Yo he revelado el Corán y Yo soy su custodio". (Corán 15:9)
Me informé también acerca de algunos de los fenómenos científicos mencionados en el Corán, que dan credibilidad a la creencia de que el Corán es la palabra literal de Dios. Hay versículos que describen el desarrollo embrionario humano, las montañas, el origen del universo, el cerebro, los mares, los océanos profundos y las olas internas, y las nubes. Está más allá de toda explicación el que más de 1.400 años atrás hubiera alguien que pudiera conocer estos hechos, que solo han sido confirmados recientemente por mecanismos avanzados y sofisticados procedimientos científicos.
Islam: La esencia y la culminación de las religiones reveladas
Los musulmanes creen que el propósito esencial por el cual fue creada la humanidad, es adorar a Dios. Como dice Él en el Corán:
"No he creado a los yinnes y a los seres humanos sino para que Me adoren". (Corán 51:56)
En relación a esto, un reconocido erudito islámico occidental dice: "El sistema más completo de adoración disponible para los humanos hoy día es el que se encuentra en la religión del Islam. El mismo nombre Islam significa ‘sumisión a la voluntad de Dios’. A pesar de que comúnmente se lo conoce como ‘la tercera de las tres religiones monoteístas’, no es una religión nueva en lo absoluto. Es la religión propagada por todos los profetas de Dios. El Islam fue la religión de Adán, Abraham, Moisés y Jesús".
Él afirma también: "Puesto que solo hay Un Dios y la humanidad es una especie, la religión que Dios ha ordenado para los seres humanos es [esencialmente] una… Las necesidades espirituales y sociales de los seres humanos son uniformes, y la naturaleza humana no ha cambiado desde que el primer hombre y la primera mujer fueron creados".
Al descubrir el hecho de que el mensaje de Dios siempre ha sido el mismo, me di cuenta de que es el deber de todo ser humano buscar la verdad, y no aceptar ciegamente la religión que su sociedad o sus parientes siguen. Según el Corán:
"Los [ídolos] que adoran en lugar de Dios, no son sino nombres que ustedes y sus padres han elegido [para algunas piedras y estatuas], siendo que Dios no les reveló nada al respecto". (Corán 12:40)
Con respecto a la Fitrah [es decir, la inclinación innata del hombre a adorar a Dios, antes de la corrupción de su naturaleza por influencias externas], el Profeta Muhammad dijo:
"Todo niño nace en estado de Fitrah (la naturaleza humana pura) y sus padres lo convierten al judaísmo, al cristianismo o al zoroastrismo. Cuando un animal da a luz a su cría de forma prístina, ¿aparece mutilada?" (Sahih Al Bujari)
Además, dice Dios:
"Conságrate al monoteísmo, que es la inclinación natural con la que Dios creó a la gente. La religión de Dios es inalterable y esta es la forma de adoración verdadera, pero la mayoría de la gente lo ignora". (Corán 30:30)
Por otra parte, aprendí que no hay ninguna otra religión aceptable para Dios además del Islam, pues Él afirma con claridad en el Corán:
"Quien profese una religión diferente al Islam no le será aceptada, y en la otra vida se contará entre los perdedores". (Corán 3:85)
Deduje que el hombre puede rechazar la guía de Dios y establecer sus propios estándares de vida; sin embargo, al final descubrirá que eso es solo un espejismo que lo elude.
Un viajero
A medida que seguía leyendo el Corán y aprendiendo acerca de los dichos y hechos del Profeta Muhammad [la Sunnah], me di cuenta de que el Islam ve al ser humano como un viajero en esta vida, y que el objetivo es la siguiente vida que durará por toda la eternidad. Estamos aquí por un período corto y no podemos llevarnos nada con nosotros de esta vida, excepto nuestra creencia en Dios y nuestras obras. Por lo tanto, una persona debe ser como un viajero que pasa por una tierra y no se apega a ella. Como viajeros en esta travesía, debemos entender que el significado de estar vivos es ser probados. Por lo tanto, hay sufrimiento, alegría, dolor y felicidad. Estas pruebas de bien y mal están destinadas a evocar nuestras cualidades espirituales más elevadas. Sin embargo, no somos capaces de beneficiarnos de estas pruebas a menos que nos esforcemos al máximo, teniendo confianza plena en Dios y aceptando con paciencia lo que Él nos tiene destinado.
El camino hacia el Paraíso
Fue muy importante para mí aprender sobre el Paraíso, ya que sin duda ese debe ser el objetivo final de todo individuo. Con respecto a ese hogar eterno, Dios dice:
"Nadie sabe la alegría que les espera [a los creyentes] como recompensa por sus obras." (Corán 32:17)
También me di cuenta de un placer que está más allá de toda imaginación, que es mirar al Creador Mismo. Me pregunté cuáles serían las almas dignas de tal recompensa. Esta recompensa del Paraíso no tiene precio. Me dijeron que el precio es la fe verdadera, que se demuestra obedeciendo a Dios y siguiendo la Sunnah (el camino) del Profeta Muhammad.
Comprendí que la humanidad debe adorar a Dios para alcanzar la justicia y el estado espiritual necesario para entrar al Paraíso. Esto significa que los seres humanos debemos comprender que adorar a Dios es tan indispensable como comer o respirar, y que al hacerlo no le estamos haciendo ningún favor a Dios. Del mismo modo, me enteré de que debemos leer el Corán para saber qué tipo de personas quiere Dios que seamos, y así procurar ser así. Ese es el camino al Paraíso.