Los cuatro evangelios registran a Jesús diciendo: "Benditos los pacificadores, ellos serán llamados hijos de Dios".
La palabra "hijo" no puede ser aceptada de manera literal puesto que en la Biblia Dios parece dirigirse a muchos de Sus siervos elegidos como "hijo" e "hijos". Los hebreos creían que Dios es Uno y que no ha tenido esposa ni hijos en ningún sentido literal. Por lo tanto, resulta obvio que la expresión "hijo de Dios" no significa otra cosa que "siervo de Dios"; aquel que, debido a su servicio fiel, era cercano a Dios y querido por Él como un hijo es querido por su padre.
Más tarde, los cristianos que provenían de un origen griego o romano emplearon mal este término. En su tradición, "hijo de Dios" significaba una encarnación de una deidad o alguien nacido de una unión física entre dioses masculino y femenino. Esto puede verse en Hechos 14: 11-13, donde leemos que cuando Pablo y Bernabé predicaron en una ciudad de Turquía, los paganos afirmaron que ellos eran dioses encarnados. A Bernabé lo llamaron Júpiter y a Pablo lo llamaron Mercurio, dos dioses romanos.
Además, la palabra griega del Nuevo Testamento traducida como "hijo" es pias y paida, que significa "siervo" o "hijo en el sentido de siervo". Estas son traducidas como "hijo" en referencia a Jesús y como "siervo" en referencia a todos los demás en algunas traducciones de la Biblia. De este modo, consistente con otros versículos, Jesús simplemente estaba diciendo que él es un siervo de Dios.
Problemas adicionales con la Trinidad
Para un cristiano, Dios tuvo que tomar forma humana para entender la tentación y el sufrimiento humanos, pero este concepto no está basado en ninguna palabra clara de Jesús. En contraste, Dios no necesita ser tentado ni sufrir a fin de ser capaz de entender y perdonar los pecados de la humanidad, pues Él es el Creador Omnisciente del ser humano. Esto está expresado en el versículo:
Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias. (Éxodo 3:7)
Dios perdonó los pecados antes de que apareciera Jesús, y Él continúa perdonándolos sin ayuda alguna. Cuando un creyente peca, él debe arrepentirse sinceramente a fin de recibir perdón. En efecto, la oferta de humillarse uno ante Dios y ser salvado está hecha para toda la humanidad.
… Fuera de mí no hay otro Dios; Dios justo y Salvador, no hay ningún otro fuera de mí. Vuelvan a mí y sean salvos, todos los confines de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay ningún otro. (Isaías 45:21-22)
Bíblicamente, la gente puede recibir perdón de pecados buscado directamente de Dios a través del arrepentimiento sincero. Esto es cierto para toda época y todo lugar. Nunca hubo necesidad del supuesto papel de intercesor de Jesús para lograr la expiación. Los hechos hablan por sí mismos. No hay verdad en la creencia cristiana de que Jesús murió por nuestros pecados y que la salvación solo es a través de Jesús. ¿Y qué pasa con la salvación de la gente antes de Jesús? La muerte de Jesús no trae expiación de los pecados ni es, en forma alguna, el cumplimiento de ninguna profecía bíblica.
Los cristianos afirman que en el nacimiento de Jesús ocurrió el milagro de la encarnación de Dios en la forma de un ser humano. Decir que Dios se convirtió en un ser humano real conlleva a una cantidad de preguntas. Preguntémonos lo siguiente acerca del hombre-Dios Jesús:
*¿Qué pasó con su prepucio después de la circuncisión (Lucas 2:21)? ¿Ascendió al cielo o se descompuso como cualquier pedazo de carne humana?
*Durante su vida, ¿qué pasó con su cabello y uñas, y con la sangre que salió de sus heridas? ¿Acaso las células de su cuerpo murieron como las de cualquier ser humano? Si su cuerpo no funcionaba en una forma verdaderamente humana, él no podía ser completamente humano ni completamente Dios. Y aún si su cuerpo funcionaba exactamente de forma humana, esto anularía cualquier afirmación de divinidad. Sería imposible para cualquier parte de Dios, incluso encarnado, descomponerse de cualquier manera y seguir siendo considerado Dios. El Dios Uno y Eterno, en todo o en parte, no muere ni se descompone: "Porque yo Jehová no cambió" (Malaquías 3:6).
¿La carne de Jesús permaneció segura después de su muerte?
A menos que el cuerpo de Jesús jamás se sometiera a la degradación durante su vida, él no pudo ser Dios; pero si nunca decayó, entonces él no era realmente humano.
La Biblia dice que Dios no es humano
"Dios no es hombre" (Números 23:19).
"Porque Dios soy, y no hombre" (Oseas 11:9).
Jesús es llamado hombre muchas veces en la Biblia
"… hombre que os he hablado la verdad" (Juan 8:40).
"Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis" (Hechos 2:22).
"Juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó" (Hechos 17:31).
"Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5).
La Biblia dice que Dios no es hijo de humanos
"Dios no es hijo de hombre" (Números 23:19).
La Biblia a menudo llama a Jesús "hijo de hombre" o "el hijo del hombre".
"… así estará el Hijo del Hombre" (Mateo 12:40).
"Porque el Hijo del Hombre vendrá" (Mateo 16:27).
"… cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria" (Mateo 19:28).
"… para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad" (Marcos 2:10).
"… por cuanto es el Hijo del Hombre" (Juan 5:27).
En las escrituras hebreas, el "hijo del hombre" también es utilizado muchas veces para hablar de la gente (Job 25:6; Salmos 80:17; 144:3; Ezequiel 2:1; 2:3; 2:6-8; 3:1-3).
Ya que Dios no se contradeciría Él mismo diciendo primero que Él no es hijo de hombre y luego volviéndose un humano que fuera llamado "el hijo del hombre", Él no haría eso. Recuerda que Dios no es autor de la confusión. Además, los seres humanos, incluyendo a Jesús, son llamados "hijo del hombre" específicamente para distinguirlos de Dios, que no es "hijo del hombre" según la Biblia.
La Biblia dice que Jesús negó que él fuera Dios
Jesús le dijo a un hombre que lo llamó "bueno": "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo Dios" (Lucas 18:19).
Y le especificó: "¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos" (Mateo 19:17).
Jesús no le enseñó a la gente que él fuera Dios
Si Jesús hubiera estado diciendo a la gente que él era Dios, habría estado de acuerdo con aquel hombre que lo llamó "bueno" y lo habría elogiado por ello; pero, en lugar de eso, Jesús lo reprendió negando que él fuera bueno, es decir, negando que él fuera Dios.
La Biblia dice que Dios es mayor que Jesús
"El Padre mayor es que yo" (Juan 14:28).
"Mi Padre es mayor que todos" (Juan 10:29).
Jesús no puede ser Dios si Dios es mayor que él. La creencia cristiana de que el Padre y el Hijo son iguales contradice por completo las palabras claras de Jesús.
Jesús nunca instruyó a sus discípulos para que lo adoraran a él
"Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos" (Lucas 11:2).
"En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará" (Juan 16:23).
"Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren" (Juan 4:23).
Si Jesús fuera Dios, hubiera buscado que lo adoraran
Ya que él no hizo esto, sino que buscó la adoración para el Dios ue está en los cielos, consecuentemente él no era Dios.