Las sociedades están constituidas por individuos diferentes que varían en raza, etnia y religión. Hoy día se habla mucho de sociedades pluralistas y cómo promover la cohesión social en tales sociedades. La forma en que el Islam aborda esta cuestión es única. En el proceso, crea la unión más fuerte posible.
Antes de llegar a una descripción de la unión más fuerte, es importante notar que el Islam trata directamente con la raíz misma de la desunión social: el racismo y el prejuicio. Uno puede pasar tantas leyes como desee, pero mientras esta enfermedad esté enraizada en el corazón, nunca podrá haber verdadera cohesión social.
El Islam ha eliminado esta enfermedad con un versículo que indica dónde descansa el verdadero valor. Dios ha dicho:
“¡Oh, humanos! Os hemos creado a partir de un hombre [Adán] y una mujer [Eva], y [de su descendencia] os congregamos en pueblos y tribus para que os conozcáis unos a otros. En verdad, el más honrado de vosotros ante Dios es el más piadoso. Ciertamente Dios es Omnisciente y está bien informado de lo que hacéis”. (Corán 49:13)
Por lo tanto, la raza y la etnia no deberían tener efecto en lo absoluto con respecto a la cohesión social ante los ojos de un musulmán. Hay, sin embargo, una diferencia que el Islam toma en consideración: la diferencia de fe y religión. En consecuencia, esta discusión sobre la cohesión social enfocará el tema en el contexto de una sociedad pluralista con respecto a la religión.
La unión de la fe
Si uno preguntara hoy día sobre cuál es la unión más fuerte que puede haber entre la gente, muchos probablemente responderían algo como las relaciones consanguíneas, el origen étnico, la nacionalidad, y así. En realidad, el Corán muestra que esos tipos de unión no son tan fuertes si el fundamento tras ellos es débil. En el Corán Dios nos da como ejemplo el de Caín y Abel, que a pesar de ser hermanos, uno mató al otro, así como el ejemplo de los hermanos de José, que lo tiraron a un pozo. Todos ellos eran parientes consanguíneos, sin embargo pusieron la vida mundanal por encima de sus relaciones con los otros. Eso mismo ocurre hoy día por todo el mundo. Los lazos entre la gente están subordinados a sus deseos, metas y búsquedas mundanales. Muchos individuos están dispuestos rápida y fácilmente a vender a sus amigos y hasta a la propia madre para tener éxito en este mundo o para alcanzar algo que desean del mismo.
Todo esto demuestra una cosa: cuando los lazos entre la gente están basados en consideraciones mundanales, aún si se trata de lazos originalmente consanguíneos, estos ceden cuando las consideraciones mundanales demandan que se prescinda de ellos. Por tanto, aquellos no son los lazos más fuertes que se pueden constituir entre las personas. Los lazos más fuertes que pueden alcanzarse entre la gente son los lazos del Islam y la fe verdadera. Estas son uniones entre la gente que son el resultado de su creencia en Dios y su amor por Dios. Esto fue señalado claramente por Dios en el Corán cuando declaró:
“Él es Quien unió vuestros corazones, y tú no habrías podido hacerlo aunque hubieras gastado todo lo que hay en la Tierra, pero Dios los unió [y reconcilió a los grupos divididos]. Ciertamente Él es Poderoso, Sabio”. (Corán 8:63)
Dios también dice:
“Aferraos todos a la religión de Dios y no os dividáis. Recordad la gracia de Dios al hermanaros uniendo vuestros corazones después de haber sido enemigos unos de otros, y cuando os encontrasteis al borde de un abismo de fuego, os salvó de caer en él. Así os explica Dios Sus signos para que sigáis la guía”. (Corán 3:103)
El Corán y la Sunna muestran que la unión de fe es la más fuerte de todas las uniones. Representa humanos de todas partes del mundo uniéndose por un solo propósito: establecer la adoración al Único Dios. Para lograr tal objetivo, los musulmanes trabajan unidos y se ayudan unos a otros con compasión, misericordia y amor.
Hay en verdad numerosos textos del Corán y el hadiz que demuestran más allá de toda duda que los musulmanes forman una hermandad internacional, universal, de hombres y mujeres. En aras de la brevedad, presentaremos aquí sólo unos pocos ejemplos de esos textos:
Dios dice:
“Los creyentes y las creyentes son aliados unos de otros, ordenan el bien y prohíben el mal, cumplen con la oración prescrita, pagan el Zakat y obedecen a Dios y a Su Mensajero. Dios tendrá misericordia de ellos; y Él es Dios, Poderoso, Sabio”. (Corán 9:71)
Otro versículo dice:
“Ciertamente los creyentes son todos hermanos entre sí…”. (Corán 49:10)
Dios también dice:
“Muhammad es el Mensajero de Dios. [Los creyentes] Quienes están con él son severos con los incrédulos, pero misericordiosos entre ellos…”. (Corán 48:29)
El Profeta, la paz y las bendiciones de Dios sean con él, dijo:
“El creyente con respecto a otro creyente es como un edificio, una porción fortalece a otra”. (Sahih Al-Bujari y Sahih Muslim)
Otro hadiz declara:
“La parábola de los creyentes con relación a su amor, misericordia y compasión el uno por el otro, es como aquella del cuerpo: si una de sus extremidades sufre, el resto del cuerpo es afligido por el desvelo y la fiebre”. (Sahih Muslim)
Pero esta gran hermandad del Islam no es algo simplemente teórico. Es, de hecho, bien definida y apoyada por la guía práctica. Tiene ciertos componentes básicos para ello, y derechos y obligaciones específicos que están registrados en el Corán y la Sunnah. Estos derechos y obligaciones le corresponden a cada musulmán de toda época y lugar.