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Conocer a Alá
  
  

   

Alto, rubio, de ojos verdes y de mediana edad, Abdur-Raheem Greene parece un personaje salido de la película de Hollywood Ben Hur. Este británico nacido en Tanzania abrazó el Islam en 1988 y ha trabajado en dawah [predicador] en Gran Bretaña desde entonces. Viste de modo que instantáneamente evoca una comparación con el retrato popular del Profeta Jesús [que la misericordia y las bendiciones de Dios sean con él] en el imaginario de la Europa cristiana. El encuentro de Greene con el Islam tuvo lugar en Egipto donde solía pasar sus vacaciones. Dio una conferencia en Bangalore a comienzos de octubre sobre “La última revelación de Dios.” Habló con Islamic Voice mientras estaba en la ciudad.


Tus antecedentes

Nací de padres británicos en Darussalam en Tanzania en 1964. Mi padre, Gavin Green, fue un administrador colonial en el aún existente imperio británico. Más tarde se unió al Banco Barclays en 1976 y fue enviado a Egipto para establecer el Banco Barclays Egipcio. Fui educado en el famoso seminario católico romano llamado Ampleforth College y estudié historia en la Universidad de Londres. Sin embargo, no terminé mis estudios.


Actualmente, estoy trabajando con una compañía islámica de medios de comunicación con base en Inglaterra y estoy comprometido en actividades de dawah [prédica] incluyendo conferencias sobre Islam en el famoso Hyde Park de Londres.


¿Qué le impidió obtener un título universitario?

Crecí totalmente desilusionado con el sistema educativo británico. Era completamente eurocéntrico y proyectaba la historia mundial de modo que sugería que la civilización había alcanzado toda su gloria y apogeo en Europa. Habiendo vivido en Egipto y visto algunas de las ruinas majestuosas a las que solo tienen acceso los arqueólogos, encontré la interpretación occidental de la historia como una completa falacia. Comencé un estudio privado de las historias de otros pueblos del mundo, varias escrituras religiosas y filosofía. Fui un budista practicante por cerca de tres años, aunque nunca abracé oficialmente el budismo.


El estudio del Sagrado Corán me atrajo de inmediato. Su mensaje tuvo un atractivo mágico y me fui convenciendo de que era una revelación divina. Creo que solo Allah me guio, nadie más. No sé qué me hizo merecer el Islam.


¿Pero hubo algo en específico que te atrajera?

Desde los ocho años de edad estaba insatisfecho con el Cristianismo. ¡El concepto que se nos enseñó a través de rimas como el Ave María! No era en absoluto aceptable para mí. Mientras por un lado los cristianos describen a Dios como eterno e infinito, no sienten reparos en atribuir el nacimiento de Dios del vientre de María. Esto me hace pensar que María debe ser más grande que Dios.


En segundo lugar, el concepto cristiano de trinidad era confuso para mí. La similitud con la hoja de arce canadiense que es una a pesar de sus tres secciones, me parecía totalmente inaplicable.


La crisis se produjo cuando un egipcio comenzó a cuestionarme. A pesar de estar confundido respecto a la creencia cristiana, estaba tratando de ser dogmático al igual que la mayoría de los cristianos ingleses blancos de clase media. Quedé desconcertado cuando él me llevó a aceptar que Dios murió en la cruz, poniendo así al descubierto la falsedad de las afirmaciones cristianas de la eternidad y la infinitud de Dios. Ahora me doy cuenta que en toda mi adolescencia estuve creyendo en un concepto tan absurdo como que uno más uno es igual a cinco.


La vida programada y prestablecida de occidente me repelía intensamente. Comencé a cuestionar si una persona tiene que llevar una vida que simplemente debe meterse en la camisa de fuerza de una agenda rigurosa. Encontré que a los europeos les cuesta mucho disfrutar la vida. No tienen mayor propósito en sus vidas.


La capacidad de occidente de lavarle el cerebro a su gente me quedó clara cuando discutía el tema de Palestina con egipcios y palestinos. Muchos mitos —históricos, políticos y económicos— fueron fabricados por los sionistas y propagados sin crítica alguna por los medios occidentales. ¿Cómo una tierra que fue dejada por los judíos hace 2.000 años puede ser su patria? También me enteré de que ese pueblo judío existente era en realidad de eslavos, no de semitas, y que la tierra palestina siempre fue un huerto verde. Israel fabricó el mito de la “transformación mágica del desierto en una tierra verde.”

El doble discurso y la hipocresía estadounidenses comenzaron a hundirse en cuanto estudié el papel de los Estados Unidos en la implantación y el mantenimiento de gobernantes despóticos en América Latina mientras castigaban al bloque soviético.

¿Qué contraste has encontrado entre las vidas de la gente de Egipto y las de la gente del Reino Unido?

Los egipcios son pobres, sufren dificultades, y sin embargo son felices. Lo dejan todo en manos de Allah y olvidan sus miserias cuando regresan a casa. Las oraciones los ayudan a poner sus preocupaciones ante Dios. Noté la humildad y la intimidad en las oraciones islámicas.

En cambio, en Inglaterra encontré gente superficial, materialista. Ellos tratan de ser felices, pero su felicidad es superficial. Sus oraciones combinan canciones, bailes, aplausos, pero no hay humildad ni intimidad con Dios.

Me di cuenta que la opinión popular en occidente es un rehén completo de los medios de comunicación controlados por los sionistas. El asunto de Palestina es parte de ello. Mi conversación con los palestinos me reveló como los occidentales han creído los mitos sobre Israel. El primero de ellos es que los judíos tienen el derecho a regresar a su tierra natal en Israel. El segundo es que ellos se describen convenientemente a sí mismos como semitas, cuando el hecho es que la mayoría de los judíos del mundo son eslavos que se convirtieron al Judaísmo. El tercero es que el milagro económico de Israel fue teorizado para crear el mito económico y científico.


El hecho es que nunca llegué a conocer el lado palestino del asunto. Me convencí de que la gente en occidente tiene el cerebro lavado por los medios. Descubrí que los Estados Unidos han estado tratando por todos los medios de castigar a las naciones que caen en pequeñas violaciones a los derechos humanos en el tercer mundo, pero ha enviado escuadrones de la muerte a las naciones latinoamericanas para asesinar a los líderes que se niegan a seguir la línea estadounidense. Tal hipocresía nunca es criticada por los medios masivos de los Estados Unidos.


¿Cómo es tu vida como musulmán en el Reino Unido?

La psique occidental hace énfasis en el individualismo. Esto entra en contradicción con el Islam. Todo musulmán sincero se siente perturbado. Él o ella están continuamente bombardeados con sexo y sexualidad. La mayoría de las chicas pierden la virginidad a los 13 y es normal para las chicas tener tres o cuatro novios.


El dilema ante los musulmanes en occidente es cómo integrarse a una sociedad tan llena de sexo, drogas, alcohol e intimidad sexual. Y si no se integran, entonces cómo salvarse de convertirse en gueto.


Fragmentos de una entrevista realizada por Islamic Voice, Volumen 11-11 No: 130, Noviembre de 1997.

Herram




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