El Milagro Científico (de la Tradición Profética)
Las referencias científicas mencionadas en las diferentes tradiciones proféticas, son una prueba clara de que Muhammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) es el sello de los profetas y mensajeros enviados por Al-lâh.
La intención de comunicar estas referencias, hace mil cuatrocientos años, en una época primitiva donde los métodos estaban muy alejados de la ciencia y el conocimiento, además de que el propio Mensajero (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) era iletrado, nos deja claro, sin lugar a dudas, de que Muhammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) no pudo recibir estos datos científicos de cualquier personaje como Bahîra o Waraqa Ibny Naûfal, afirmando así que solamente pudo ser revelado por Al-lâh, Glorificado sea.
Tratar el asunto del milagro científico en la Tradición científica debe ser basado en algunos criterios como:
- Escoger los dichos que contienen referencias al Universo, su contenido y sus fenómenos.
- Revisar el grado de autenticidad del dicho citado, y abandonar todos los dichos añadidos (no pertenecientes al profeta sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam).
- Juntar todos los dichos que tratan el mismo asunto, porque el uno explica al otro y aclara su significado.
- Comprender los textos proféticos según los significados de los vocablos árabes y las reglas gramaticales.
- Comprender los textos proféticos bajo la luz del contexto y las circunstancias en las que fue mencionado y también bajo la luz de la comprensión acertada del Noble Corán, porque los dichos proféticos explican el libro de Al-lâh y aclaran sus aleyas([1])
- No se debe interpretar el dicho pretendiendo afirmar la certeza de una teoría científica que podría ser acertada o no. Solamente debe tratar las realidades científicas fijas.
La Tradición profética tiene un conjunto de dichos proféticos nobles, que contienen una gran cantidad de realidades científicas afirmadas por la moderna ciencia experimental. Ejemplo de ello lo que Abu Burdah transmitió de su padres y dijo: “Hacemos el rezo del Magreb (La puesta del Sol) con el mensajero de Al-lâh, y luego decimos: “Esperamos para rezar el ‘Isha con él.
El Mensajero (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) nos exclamó: “¿Todavía no vais?" Dijimos: “Sí, mensajero de Al-lâh, rezamos el Magreb contigo y quedamos para rezar el ‘Isha". Nos dijo: “¡Qué bien hecho!”. Y luego alzó la cabeza hacia los cielos, un hecho acostumbrado de él, y dijo: “Las estrellas son los guardianes del cielo. Si las estrellas se van, ocurrirá al cielo lo que le fue prometido. Yo soy el guardián de mis compañeros y si me voy, les llegará lo que les fue prometido. Mis compañeros son los guardianes de mi Umma –Comunidad musulmana-, y si se van, mi nación recibirá lo que le fue prometido.” ([2])
En este dicho hay una realidad científica que fue aprobada por la ciencia moderna. La cual es que las estrellas se van, caen, apagan y explotan, y desaparecen transformándose en humo por el cielo. Y las estrellas, por la magnitud de su tamaño, a través de la fuerza de atracción, controlan todo lo que rodea su órbita, bien siendo planetas, pequeños planetas, lunas, cometas, o cualquier tipo de Materia. Las estrellas se mantienen entre ellas, con la fuerza de atracción y se atraen en unidades universales más grandes, que en torno a ellas, se juntan en unidades más grandes, también atraídas por la fuerza de la gravedad. Si desaparece esa fuerza, las estrellas se destruirían, el cielo desaparecería como consecuencia, y todo el universo explotaría. Aquí se manifiesta la magnificencia de la noble expresión profética: “Las estrellas son los guardianes del cielo. Si las estrellas se van, ocurrirá al cielo lo que le fue prometido.”([3])
Este noble dicho es un claro milagro científico. ¡¿Quién informa al mensajero (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) de un secreto sobre la creación del Universo y su equilibrio?! ¡¿Cómo conoció Muhammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) una realidad científica fija, como tal, siendo un iletrado que vivía entre una nación ignorante que no sabía nada de la ciencia?! Seguro que fue Al-lâh quien le reveló este asunto. Efectivamente que el Mensajero de Al-lâh (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) dice la verdad.
Otro dicho que asombra a los científicos no musulmanes en la edad moderna, y que fue motivo de la conversión al Islam de un gran número de ellos, es en el que dice: “Uno de vosotros – quiere decir el ser humano-, se junta en el vientre de su madre por unos cuarenta días, luego será un esperma como tal, y luego será un coágulo como tal.” ([4])
Este dicho aclara que la creación del ser humano pasa por tres etapas, las cuales son: gota, esperma y coágulo. Y que se forma en unos cuarenta días a partir del día de la fecundación. Lo afirman las observaciones científicas minuciosas, que llevaron a cabo los especialistas en este campo de la ciencia, con embriones humanos. Algunos científicos de la ciencia moderna comprendieron que este periodo de formación se alarga por ciento veinte días, (un período triple) porque interpretaron que “Como tal”, quiere decir, un periodo de cuarenta días como tal para cada etapa. Sin embargo la comprensión de otro dicho profético lo aclara: “ Si la gota – juntada en el vientre de la madre- pasa dos y cuarenta días, Al-lâh le envía a un arcángel para formarla creando los oídos, la vista, la piel, la carne y los huesos…” ([5])
La forma del esperma no tiene nada que ver con la figura del ser humano. Sin embargo el esperma se pone a tomar gradualmente la figura humana en los cinco días siguientes a la formación de la gota, es decir durante el periodo del cuarenta día hasta el cuarenta y cinco día del proceso de la fecundación. El día cuarenta y cinco comienza la formación clara de los órganos y del esqueleto. Y después continúa con el proceso de la división celular y la diferenciación minuciosa en la creación.
Los estudios detallados que fueron llevados a cabo en el campo de la ciencia de embriones humanos, afirman que estas etapas no empiezan excepto al final de la etapa de la gota, es decir al final de la sexta semana del comienzo del embarazo (cuarenta y dos días) y de ahí afirman la certeza de estos dos dichos del mensajero de Al-lâh.
¿Cómo conoció Muhammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) estos pormenores científicos tan complicados y detallados, del proceso de la creación del embrión, cuyas dimensiones son de diez mil milésimas, hasta alcanzar los diez milímetros? ([6])
Y si el embrión se forma durante estas etapas, será cubierto de sangre, de modo que el ser humano no puede percibirlo. ¿Entonces cómo pudo verlos, describirlos y darles sus correctos nombres? Los vocablos utilizados en describir las etapas embrionarias, que fueron mencionados en el dicho anterior, son un milagro científico muy claro, que comunica la Tradición profética y son una prueba de la veracidad de su profecía (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam).
Estas son unas pocas referencias científicas que fueron mencionados en la Tradición científica – porque no podríamos mencionar todos- pero que aseveran, sin lugar a dudas, la veracidad del profeta Muhammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) en cuanto a lo que le fue revelado de Su Señor, Glorificado sea.
([1]) Sobre los criterios fijados por los ulemas para clasificar un dicho entre los del milagro científico, véase Zaglul Al Naÿÿâr: El Milagro científico en la Tradición profética paginas 26-35
([2]) Muslim: El libro de los favores de los compañeros del profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), parte sobre el asunto de que la presentación del profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) es una seguridad de sus compañeros. Y la de los compañeros del profetas es una seguridad de la Ummah (Nación musulmana) (2531)
([3]) Zaglul Al Naÿÿâr: El milagro científico en la Tradición profética. Páginas 134-135
([4]) Al Bujârî, lo transmitió de Abdul˖lâh Ibn Mas’oûd,: El libro de los profetas, la parte sobre el dicho divino de Al-lâh, Enaltecido sea: “[ Y cuando tu Señor dijo a los ángeles: Voy a poner en la tierra a un representante Mío.] (Corán 2:30). (3208), (3332), Muslim: El libro de “El Destino”, parte sobre cómo ocurre la creación del humano dentro del vientre de su madres (2643).
([5])Muslim, lo transmitió de Abdul-lâh Ibn Mas’oûd: El libro de “El Destino”, parte sobre cómo ocurre la creación del ser humano dentro del vientre materno, y la escritura de sus provisiones en la tierra, su edad, trabajo, tristeza y felicidad (2654). El Dr. Muhammad Fayâd comentó sobre la comprensión equivocada de algunos ulemas musulmanes de este dicho en su libro sobre el milagro de las aleyas del Corán en explicar la creación del ser humano. Página 134.
([6])Zaglôl Al Naÿÿâr: El milagro científico en la Tradición profética. Páginas 216-222
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