Juzgando de acuerdo a lo que Allah ha revelado
La comunidad musulmana es una nación, con un credo y una ley. Porque cada nación necesita un guía y un líder que los conduzca por buen camino y los resguarde contra los peligros, el Islam encarga la designación de un gobernante sobre la nación, quien será elegido por los musulmanes, para gobernar de acuerdo al Libro de Allah y a la Tradición Profética de Su Mensajero (paz y bendiciones de Allah sean con él).
Allah envió a Su Mensajero para establecer Su ley y juzgar con verdad y justicia, como Allah dijo (interpretación del significado):
“¡Oh, David! Te hemos puesto como representante Nuestro en la Tierra; juzga con equidad entre los hombres y no sigas tus pasiones [cometiendo injusticias al juzgar], pues ellas te desviarán del sendero de Allah; y quienes se desvíen del sendero de Allah sepan que recibirán un severo castigo por haberse olvidado del Día del Juicio”.
(Saad 38:26).
La misión del gobernante es regir a los musulmanes de acuerdo al Corán y la Súnnah, para difundir la justicia entre toda la comunidad, encargarse de la ejecución de las penas legales, difundir el Islam, proteger a la comunidad y animar a la lucha por la causa de Allah. Allah dijo (interpretación del significado):
“Allah os ordena que restituyáis a sus dueños lo que se os haya confiado, y que cuando juzguéis entre los hombres lo hagáis con equidad. ¡Qué bueno es aquello a lo que Allah os exhorta! Allah es Omnioyente, Omnividente”.
(an-Nisá’ 4:58).
La justicia es uno de los principios más importantes del Islam, la que se aplica tanto a los musulmanes como a los no musulmanes:
“¡Oh, creyentes! Sed firmes con los preceptos de Allah, dad testimonio con equidad, y que el rencor no os conduzca a obrar injustamente. Sed justos, porque de esta forma estaréis más cerca de ser piadosos. Y temed a Allah; Allah está bien informado de lo que hacéis”.
(al-Ma'idah 5:8, interpretación del significado).
El gobernante de los musulmanes es responsable por su comunidad. Él tiene que regirlos de acuerdo a la ley de Allah, estando al tanto de su situación, y guiándolos hacia aquello que les traerá la felicidad en este mundo y en el Otro. El Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo:
“Cada uno de vosotros es responsable por los que están a su cargo. El gobernante designado es responsable por su comunidad…” (Narrado por Muslim, nº 1829.
Allah creó a la humanidad, le envió su Revelación, y le envió mensajeros para juzgarlos en base a lo que Él ha revelado. Quien fuera que no juzgue de acuerdo a lo que Allah ha revelado es un incrédulo, como Allah dijo (interpretación del significado):
“Hemos revelado la Tora. En ella hay guía y luz. De acuerdo a ella, los Profetas que se sometieron a Allah emitían los juicios entre los judíos, [también lo hacían] los rabinos y juristas según lo que se les confió del Libro de Allah y del cual eran testigos. No temáis a los hombres, temedme a Mí; y no cambiéis Mis preceptos por un vil precio. Quienes no juzgan conforme a lo que Allah ha revelado, ésos son los incrédulos”.
(al-Ma'idah 5:44).
Si el gobernante juzga de acuerdo al Libro de Allah y la Tradición de Su Mensajero (paz y bendiciones de Allah sean con él), es obligatorio obedecerle y es haram (prohibido) rebelarse contra él. Allah dijo (interpretación del significado):
“¡Oh, creyentes! Obedeced a Allah, obedeced al Mensajero y a aquellos de vosotros que tengan autoridad y conocimiento. Y si discrepáis acerca de un asunto remitidlo al juicio de Allah y del Mensajero, si es que creéis en Allah y en el Día del Juicio, porque eso es lo preferible y el camino correcto”.
(an-Nisa’ 4:59).
Si el gobernante juzga con otra ley diferente que la que Allah ha revelado, u ordena algo que signifique la desobediencia a Allah, entonces no debe ser oído ni obedecido. El Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo:
“El musulmán está obligado a oír y obedecer ya sea si le agrada o no, excepto cuando Allah le ordena desobedecer, en cuyo caso no debe oír ni obedecer”. (Narrado por Muslim, 1839).
Al gobernante se le confían los asuntos de la comunidad; debe gobernar de acuerdo a las leyes de Allah, y ser benevolente y sincero con ellos. Si no lo hace, debe ser advertido. Si no responde a la advertencia, los musulmanes deben elegir otro gobernante entre quienes son fuertes y piadosos.
El gobernante musulmán que sea justo tendrá un estatus de gran virtud y honorabilidad en el Día de la Resurrección. El Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo:
“El justo estará con Allah sobre un trono de luz a la derecha del Misericordioso, y ambas manos son diestras, aquellos quienes son justos en sus gobiernos y son equitativos con sus familias y con quienes están bajo su cargo”. (Narrado por Muslim, 1827).
Si el gobernante oprime o defrauda a la gente y no les es sincero, Allah lo privará del Paraíso. El Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo:
“No hay una persona a quien Allah haya puesto a cargo de otros que muera siendo insincero con su gente, y que Allah no le prive el Paraíso”. (Narrado por Muslim, 142).
Y también dijo (paz y bendiciones de Allah sean con él):
“No hay un gobernante musulmán que sea puesto a cargo de los asuntos de los musulmanes y que se esfuerce en su nombre y les sea sincero, que no entre al Paraíso con ellos”. (Narrado por Muslim, Mitab al-Imárah, 22).
El Islam es el camino de la comunidad musulmana, entonces todos sus miembros son iguales ante la ley islámica, deben actuar acorde con sus enseñanzas, convocando a otros al Islam y esforzándose en la lucha por las causas del Islam.
Allah advirtió a quien lucha contra la religión de Allah o lucha contra quienes dicen la verdad en la casa de Allah, que él los avergonzará en este mundo y los castigará en el otro. Allah dijo (interpretación del significado):
“¿Acaso existe alguien más inicuo que quienes prohíben que en las mezquitas de Allah se mencione Su nombre y pretenden destruirlas? Estos son quienes deben entrar en ellas con temor [al castigo del Allah]. Serán humillados en este mundo y en la otra vida recibirán un castigo terrible”.
(al-Báqarah 2:114).
Quien seduzca a un musulmán para que abandone la religión, lo persiga o humille, estará en el Infierno si muere sin haberse arrepentido. Allah dijo (interpretación del significado):
“Quienes atormenten a los creyentes y a las creyentes y luego no se arrepientan, sufrirán el terrible castigo del Infierno”.
(al-Buruy 85:10).
Proclamar abiertamente la verdad es una obligación de cada musulmán en cada tiempo y en cada lugar. Allah ha ordenado a Su Mensajero proclamar la verdad, y Él ha garantizado protegerle de sus enemigos. Allah dijo (interpretación del significado):
“Difunde lo que se te ordena [públicamente] y despreocúpate de los idólatras. Nosotros te protegeremos de quienes se burlan”.
(al-Híyr 15:94-95).
La más grande yihad es decir la verdad ante un gobernante injusto.
En ambos sentidos, el general y específico, el juez será recompensado, si es sabio y capaz de hacer iytihad. Si oficia en un juicio y toma la decisión correcta, tendrá dos recompensas, una por su iytihad y otra por haber acertado en su veredicto. Si oficia en un juicio y comete un error, tendrá una recompensa, por su iytihad. El Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo:
“Si el juez oficia en un juicio, hace iytihad y acierta en su veredicto, tendrá dos recompensas. Si oficia en el juicio, hace iytihad y comete un error, tendrá una recompensa”. (Narrado por Muslim, 1716).
De Usul ad-Dín al-Islam por el Sháij Muhámmad ibn Ibrahím at-Tuwayri