El Profeta - la paz sea con él - y el medio ambiente - Parte I
Antes de tratar el tema del medio ambiente en la vida del Profeta - la paz sea con él- debemos hablar sobre un aspecto legislativo y otro, lingüístico. El aspecto legislativo es que la ley islámica establece las normas para la vida de cada musulmán, tanto en el movimiento como en la quietud, así como en todas las edades. El musulmán tiene que controlar los avances de su tiempo de acuerdo con estas normas. En eso se respeta la mente humana que es un don de Allah, y se confía en su capacidad para obtener sentencias que mejoran la vida sobre la tierra. Nadie debe decir por ejemplo que el Profeta - la paz sea con él - no prohíbe arrojar residuos químicos en los ríos, porque el Profeta había prohibido orinar y defecar en el agua estancada, cosa que, en aquel tiempo, representaba la contaminación que más afectaba los recursos hidráulicos en su tiempo. Por lo tanto, la prohibición se aplica automáticamente a todos los nuevos aspectos de contaminación que no existían en tiempos del Profeta.
Y el aspecto lingüístico es que el Corán y la Sunnah, al referirse al medio ambiente, no utilizan la terminología que se usa en nuestro tiempo, sino que emplean otras palabras más expresivas. No figura en el Corán ni en la Sunnah, por ejemplo, la palabra "contaminación" ni la expresión "equilibrio ecológico". Esto no significa que la ley islámica no se haya referido a estos temas; ya que el Corán se refiere a la contaminación, usando términos como: "La corrupción", y advierte en muchas ocasiones contra los desaprensivos "que corrompen la tierra y no reforman". De esto hay muchos ejemplos en el Corán y la Sunnah. La corrupción es un vocablo que abarca más que el de “contaminación”, ya que abarca la corrupción material y la corrupción moral, como por ejemplo, la corrupción de la moralidad y la difusión de los vicios. En vez de emplear la expresión “equilibrio ecológico” el Coran usa el término "balanza". Allah Todopoderoso es Quien "establece la balanza" y prohíbe a la gente “mermar la balanza”. El vocablo “balanza” en árabe es un término que pertenece a la misma raíz de “equilibrio”, siendo el primero más expresivo que el segundo. El Islam también se refiere al equilibrio ecológico, con vocablos como "valor" y "estimar". Allah Todopoderoso creó todas las cosas, con cuantía calculada e hizo cálculos precisos de todo lo creado. De hecho, el término "medio ambiente" no figura en el Corán ni en la Sunna, pero en el Islam esto se expresa hablando de elementos del medio ambiente, tales como el cielo, la tierra, el mar, o minerales como el hierro. ..etc.
Teniendo en cuenta estos dos aspectos, no será muy difícil extraer de los textos del Corán y la Sunnah llamamientos para conservar el medio ambiente, o para extraer el análisis de las cuestiones que pueden inquietar a los interesados en los asuntos medioambientales en el mundo y soluciones detalladas a los mismos.
La Sunnah dedica gran interés al cultivo y la plantación, como lo muestran los hadices siguientes:
Al Bujari y Muslim narran que Anas dijo: El Mensajero de Allah, la paz sea con él, dijo: "Todo musulmán que cultiva unas plantas, será recompensado por cada vez que un hombre, un animal o un ave come de ella“. En este sentido existen muchos hadices.
Ahmad, en su Musnad, y Al-Bujari, en Al Adab Al Mufrad relatan de Anas que el Profeta - la paz sea con él – dijo: " Si la hora de la Resurrección llega, llevando uno de vosotros una planta en sus manos, debe cultivarla si puede" (Relatado por Ahmad).
No hay nada que estimule la reforestación más que este hadiz. Es una llamada a que el trabajo sea un fin en sí mismo y no un medio, porque se entiende que en este caso quien cultiva no va a comer de los frutales plantados, y tampoco va a comer otro del mismo si llega la hora de la Resurrección. Entonces el trabajo se lleva a cabo aquí como mero valor, ya que es adoración a Dios Todopoderoso.
El Corán y la Sunna ordenan la construcción de la Tierra. Se trata de un llamamiento genérico que incluye la siembra, el establecimiento de fábricas y edificios residenciales y otras cosas para el beneficio de los seres humanos. Y Allah Todopoderoso dice en su libro, por boca de Su profeta Salih: “Él os ha creado de la tierra y os hizo vivir en ella”. (sura de Hud, aleya 61) . Es como si este colonialismo – o la reconstrucción de la tierra – constituyese uno de los propósitos de la creación del hombre.
Y el Profeta - la paz sea con él - premia a quien cultiva la tierra que está abandonada o fuera de provecho, (empleando la expresión del Profeta: quien aviva tierra muerta) donándole la tierra que ha devuelto a la vida.
Al-Tirmidhi, Abu Dawud, An Nasai y otros relatan de Sa'id ibn Zayd - que Allah esté complacido con ambos - que el Profeta - la paz sea con él - dijo: ((Quien aviva tierra muerta, la tierra, es suya)). En relato de Al Bujari de Aisha - que Allah esté complacido con ella -: (Quien habilita tierra que no es de nadie, será el más merecedor de la misma)).
Y esto es lo que entendió Omar ibn al-Jattab - que Allah esté complacido con él - quien prohibía que la gente mantuviera la tierra sin cultivarla. Dijo a Bilal ibn Rabah a quien el Mensajero de Allah le había concedido un trozo de tierra: ((El Mensajero de Allah - la paz sea con él - no te concedió la tierra para que impidieses su beneficio a la gente, sino para trabajarla; por eso coge solamente lo que puedas cultivar, y deja el resto”
Las enseñanzas del Corán y del Profeta, ordenan conservar los recursos y no desperdiciarlos. Existen aleyas coránicas en este sentido:
((No corrompáis en la tierra después de que se haya establecido en ella el orden (Al Aaraf, aleyas 56 y 85) ((y no obréis mal en la tierra)) (sura de Al-Baqarah, La Vaca, aleya 60)) y Al Aaraf, aleya74) ((y Allah no ama a los corruptores)) (sura Al Maeda, La Mesa Servida, aleya 64) ((y Allah no ama la corrupción)) ( sura de Al-Baqarah, Laca, aleya 205)). Y muchas más.
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