Reglas de la Juttbah:

Si uno entra en la mezquita mientras el Imam está pronunciando el sermón, él no debe sentarse hasta realizar dos Rak'ahs cortas. No es admisible que uno hable mientras que el Imaam está dando el sermón. El Imam puede hablar con cualquiera de las personas orantes y que estos estan autorizados a hablar con él para realizar cualquier pregunta admisible. Cuando el predicador confiere bendición al Profeta, paz y bendiciones sean con él, se recomienda que el musulmán también confiera la bendición al profeta, paz y bendiciones sean con él, pero sin levantar su voz en orden de no distraer la atención de los demás. El Imam no debería levantar sus manos durante las súplicas excepto durante el Istisqaa' (oración de la lluvia) para ello se recomienda que el Imam y la persona orante levante sus manos para suplicar. En otras oraciones además del Istisqaa', el Imam puede señalar con el dedo.

Durante el sermón esta permitido jugar con las manos, pies, barba, ropas y similares.

Durante el sermón, el musulmán no debe darse vuelta a la derecha o izquiera ni mirar a la gente (alrededor de él), para no ser distraído de escuchar el sermón. Por el contrario, debe enfrentar al predicador (mirarlo). Si uno estornuda, uno debe alabar Allah el Todopoderoso secretamente. En aras de un interés jurídico, un musulmán puede hablar antes, después del sermón o durante el intervalo entre los dos sermones. Sin embargo, uno debe no hablar acerca de cuestiones mundanas pues esto es detestable.

Durante los dos sermones del Jumu'ah, se recomienda que el predicador a estar de pie en un púlpito. El predicador debe saludar a los presentes en la mezquita cuando asciende al púlpito. Él también debe sentarse entre los dos sermones, pero pronunciar el sermón estando pie. También debe hacer el sermón medianamente breve y levantar la voz al tiempo que ofrece el sermón. También se recomienda pronunciar un Iqaaamah (llamada inmediata a la oración) inmediatamente después del segundo sermón e iniciar la oración sin un intervalo largo.