Las Enseñanzas de Muhámmad (saaws)
(la paz y las bendiciones de Allah sean con él)
1. Las Enseñanzas del Profeta (saaws) sobre la higiene y la ablución[1]
Sus enseñanzas sobre ir al baño
Cuando entraba al baño decía:
“Oh Allah, busco refugio en ti del mal y de los malvados”.[2]
Y al salir decía: “Pido Tu perdón”.[3]
Usualmente orinaba en cuclillas.
A veces se higienizaba con agua, algunas veces con piedras[4] y algunas veces usaba ambos.
Usaba su mano izquierda para higienizarse las partes pudendas.
Luego de higienizarse con agua, frotaba sus manos contra el suelo.
Cuando viajaba, se alejaba para realizar sus necesidades con el fin de ocultarse de sus compañeros de viaje.
A veces se escondía detrás de arbustos y otras detrás de palmas.
Seleccionaba las partes suaves del suelo para orinar.
No se levantaba sus prendas hasta cuando estuviera abajo cerca al suelo.
No hablaba ni respondía a los saludos mientras estuviera realizando sus necesidades fisiológicas.
Sus enseñanzas sobre la ablución menor (Wudhu') [5]
Usualmente hacía la ablución para cada oración, aunque en ocasiones podía hacer muchas oraciones con una sola ablución.
Para la ablución, usaba una medida[6] de agua o dos tercios de ella o a veces levemente más.
Usaba el agua de la ablución con mucho cuidado y advertía a sus seguidores de no derrochar agua.
Solía lavarse sus extremidades a veces una vez, a veces dos o tres veces, pero nunca más de tres veces.
Solía lavarse su boca y nariz con una mano de agua y a veces dos o tres, y se lavaba su boca y nariz juntas.
Usaba su mano derecha para tomar el agua y su mano izquierda para expulsarla.
Nunca hizo ablución sin lavarse la boca y la nariz.
Solía enjugar toda su cabeza, moviendo con frecuencia sus manos para atrás y adelante.
Cuando frotaba su frente, incluía su turbante.
Frotaba las partes internas y externas de sus orejas junto con su cabeza.
Lavaba sus pies cuando no estaba vistiendo botas o medias.
Su ablución era en secuencia e ininterrumpida.
Empezaba su ablución diciendo “Bismillah” y la concluía diciendo: “Atestiguo que no hay divinidad sino Allah, solo, sin socio, y atestiguo que Muhámmad es Su servidor y mensajero. Oh Allah, hazme de aquellos que continuamente se arrepienten y de aquellos que continuamente se purifican”.[7] También decía: “Oh Allah, Tú eres merecedor de toda glorificación y alabanza. Atestiguo que no hay dios sino Tu. Busco Tu perdón y me arrepiento ante Ti”.
Ni él ni sus compañeros decían al comenzar: “Tengo la intención de remover la impureza para hacer la oración.”[8]
Nunca se lavó arriba de los codos y los tobillos.
No era su costumbre secarse luego de la ablución.
Algunas veces frotaba el agua dentro de su barba, pero no siempre.
Con frecuencia se lavaba entre los dedos de los pies, pero no siempre.
No esperaba que alguien le derramara agua mientras hacía la ablución; usualmente él mismo se la derramaba, pero algunas veces otro le ayudaría.
Sus enseñanzas sobre pasar la mano húmeda sobre el calzado[9]
Narraciones auténticas señalan que el Profeta r pasaba la mano húmeda sobre el calzado de cuero al realizar la ablución, ya sea que estuviera residente o viajando. Él especificó un límite de un día y una noche para los residentes, y tres días y tres noches para los viajeros.
Solía pasar la mano húmeda sobre la parte superior de los zapatos o medias. (También pasaba la mano húmeda sobre el turbante solo o junto con su frente.)
Él actuaba de acuerdo con la condición de sus pies: si estaba usando zapatos o medias pasaba la mano húmeda sobre ellos, y si sus pies estaban descalzos los lavaba.
Sus enseñanzas sobre el Tayammum[10]
Hacía el tayammum en el tipo de terreno en el cual él estaba orando, ya fuera polvo, tierra o arena, y decía: “Donde quiera que alguien de mi Ummah esté cuando se deba hacer la oración, él tiene su mezquita y su fuente de purificación”.[11]
No llevaba arena con él en los viajes largos ni le ordenó a sus compañeros que lo hicieran.
Ninguna narración auténtica muestra que él hiciera un tayammum para cada oración ni ordenaba que ello fuera hecho. Él simplemente consideraba el tayammum como un sustituto para la ablución.
Solía hacer el tayammum golpeando el suelo con las manos una vez para luego pasarlas tanto por la cara como las manos.[12]
[2] Narrado por Al-Bujari and Muslim.
[3] Abu Dawud, at-Tirmidhi and Ibn Mayah.
[4] Nota del traductor: Era el elemento que se usaba en la época para higienizarse. En la actualidad el papel higiénico cumple la misma función.
[6] De aproximadamente un litro.
[8] Es decir que no pronunciaba la intención en voz alta.
[9] Zadul-Ma`ad (1/192). Esto puede ser hecho en lugar de lavar los pies para la ablución, bajo la condición de que los zapatos o las medias fueran puestas mientras se estaba en estado de ablución.
[10] Zadul-Ma`ad (1/192). Tayammum es un sustituto para la ablución con agua, usando tierra seca para purificación ritual cuando se es incapaz de usar agua.
[12] El Tayammum está limitado a la cara y las manos y no incluye las partes del cuerpo que se lavan durante la ablución con agua.
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Author:
Dr. Ahmad bin Uzman al-Mazyad
Profesor de Credo y Doctrinas Contemporáneas