La Segunda Esposa del Profeta: La Señora Sawdah
El Profeta Muhammad (paz y bendiciones sean con él) se casó con Sawdah bint Zamaa’ poco tiempo después de la muerte de su primera esposa Jadijah, con quien compartió unos muy felices 25 años de su bendecida vida.
Sawdah era una mujer madura, alrededor de 40 años de edad y madre de cinco hijos. Este matrimonio animó espiritualmente la vida de Sawdah, porque ella había estado de luto por su marido, al-Sakran Ibn Amr.
El marido había muerto poco después de que la pareja había regresado de Abisinia, donde varios de los compañeros del Profeta (paz y bendiciones sean con él) habían ido unos años antes para establecer una segunda base para el Islam, lejos de la persecución de la Mekka.
Ahora estaba casada con Mensajero de Allah (paz y bendiciones sean con él), quien fue reconocido por su buen carácter y compasión, además de las grandes cualidades que poseía para ser el destinatario del mensaje final de Dios a la humanidad.
Académicos y escritores al hablar sobre el Profeta y su carácter a menudo explican sus matrimonios en términos de necesidades diferentes: algunos políticos, sociales, y algunos incluso legislativos. Mientras que tales razones estaban sin duda presentes en muchos de sus matrimonios, no son las razones primordiales para ninguno de ellos.
Cada uno de sus matrimonios expresaron su deseo de estar unido con la dama en cuestión. En caso de Sawdah, leemos en las explicaciones que quería compensarla por la pérdida de su esposo.
El hecho es que el Profeta (paz y bendiciones sean con él) necesitaba una nueva esposa después de que Khadijah había fallecido, y las cualidades que necesitaba en su nueva esposa eran madurez, bondad y ser creyente en su mensaje. Sawdah respondió a todas estas cualidades. Ella fue la que iba a cuidar de sus dos hijas solteras, Um Kulzum y Fátima.
Lidiando con los celos
Vemos algunos aspectos de la madurez de Sawdah en el hecho de que cuando otras esposas entraron en la casa del Profeta y surgieron celos entre ellas, produciendo el surgimiento de dos grupos, Sawdah no se unió a ninguno de los grupos. Ella permaneció fiel a su marido, dándole todo lo que necesitaba de amor y cuidado.
Ella nunca expresó, en palabra o gesto, cualquier sentimiento de celos cuando se dio cuenta de que el corazón del Profeta se inclinaba hacia una de sus esposas.
Por el contrario, vemos su ascenso a lo sublime cuando se dio cuenta de que el corazón del Profeta había favorecido Aishah sobre las demás, pero tenía que mantener la equidad entre todas sus esposas.
No se permitiría a sí mismo darle a Aishah una hora más de lo que le daba a cada una de sus otras esposas. Por lo tanto, en su afán de complacer al Profeta (paz y bendiciones sean con él), Sawdah cedió sus noches a Aishah como regalo. Esto fue un regalo voluntario, motivado por su deseo de agradar a su marido.
Por lo tanto, cada vez que era el turno de Sawdah, el Profeta (saaws) la visitaba en la tarde antes de ir a pasar el resto de la noche en casa de Aishah.
Acción de Sawdah habla mucho de su carácter. Ella era una mujer que amaba ser amable con otros y disfrutaba dándoles lo que les complacía.
Deseaba permanecer casada con el Profeta y siempre ser recordado por los musulmanes en todo el mundo como " madre de todos los creyentes", como era el título que sus esposas habían ganado.
Al mismo tiempo, quería darle mayor placer a su marido y a quien amaba más entre sus esposas (Aishah). Por lo tanto, su regalo se convirtió en un modelo para cualquier mujer que amorosamente desea renunciar a algunos de sus derechos para complacer a su esposo.
Sawdah murió al final del reinado del segundo califa, Umar Ibn Al Khattab, diez años después de que el Profeta (paz y bendiciones sean con él) había fallecido.