en casi todas las sociedades hay personas que no son creyentes pero que viven, más o menos, según los valores que dios ha descrito en el corán. cuando es necesario, estas personas se pueden comportar de forma amable, gentilmente y con abnegación, misericordia y justicia. pero no importa la elevada moral que manifiesten, seguro que hay momentos en los que no mantienen este comportamiento. por ejemplo, alguien que tiene que hacer un examen importante se queda dormido por la mañana porque se le ha estropeado el despertador. cuando se despierta va corriendo a la escuela y se queda atrapado en un atasco. quiere llamar a la escuela para decirles que llegará tarde, pero la línea está ocupada. si, en ese momento, un amigo que esté sentado a su lado le hiciese una pregunta, le contestaría con un tono de irritación o se le quedaría mirando enfadado sin responderle. esta persona cree que es amable y comprensiva pero, en una situación como la descrita, podemos decir que su paciencia se ha agotado y que se comporta de modo poco amable.
un creyente tiene la firme determinación de actuar según los valores del corán en cualquier situación y bajo cualquier circunstancia. se muestra paciente con los que dicen o hacen cosas equivocadas o desagradables. (para profundizar en el tema, véase el libro de harun yahya la importancia de la paciencia en el corán).
por ejemplo, con alguien que le empuja para subir primero en el autobús, con un amigo que le insulta lleno de rabia, con un conductor descuidado que le llena de barro cuando camina por la acera. podemos poner infinidad de ejemplos. una persona que adopta las enseñanzas del corán se da cuenta de que todo esto ha sido creado así porque es su destino y nunca se comportará de manera impropia, ni se irritará ni se pondrá de mal humor. por supuesto, intentará que algo así no le vuelva a suceder y hará todo lo que pueda por evitar aquello que le pueda hacer enfadar. de acuerdo con las enseñanzas del corán, incluso en el caso de que ocurra algo que le lastime, una persona debe tener paciencia con los demás y, si es posible, devolver con un bien el mal comportamiento. en el corán, dios llama nuestra atención sobre el hecho de que, con paciencia, los creyentes pueden repeler amablemente las malas acciones:
pero [como] el bien y el mal no pueden equipararse, repele [el mal] con algo que sea mejor - ¡y, he ahí, que aquel entre el cual y tú existía enemistad [se volverá entonces] como si [siempre] hubiera estado cercano [a ti], un verdadero amigo! sin embargo, no es dado [conseguir] esto sino a los que acostumbran a ser pacientes en la adversidad: ¡no les hes dado sino a los sumamente afortunados! (sura expuestos con claridad 41: 34-35